La Malpensante Moda, portada de la edición 2020. Joan Juliet Buck, escritora y actriz norteamericana en la portada fotografiada por Ruven Afanador.
Ojalá deseen tenerla ante sus ojos y en sus manos. Nos haría muy felices a un equipo de 57 personas. Honramos la moda colombiana y el buen hacer editorial. Una revista impresa para acompañarles largo tiempo y en cualquier lugar. Son 128 páginas y pesa 250 gramos.
Aquí está un repertorio cuidadosamente escogido de marcas colombianas que apuestan desde el diseño contemporáneo por la tradición artesanal y el esfuerzo productivo en colaboración con comunidades en el país
Serie de entrevistas en esta revista digital y en @sillaverde Instagram sobre Artesanía & Diseño en el siglo XXI.
La Malpensante Moda, portada de la edición 2022. Claudia Bahamón en la portada fotografiada por Giorgio Del Vecchio.
El eslogan de esta camiseta de Dior es el título de un ensayo publicado en 1971 por Linda Nochlin.
por Laura de Valencia
Fundadora y directora creativa de Commune and Memoir
Pasé mi infancia en camisetas Benetton en la Barranquilla de los 80 pero a finales de los 90 en mis años de bachillerato, una mujer en camiseta en Barranquilla era símbolo de una mujer descuidada, desinteresada por la moda, e incluso varonil. A las mujeres “nos iba mejor” con “camisitas” o “blusitas,”— una versión mucho mas ajustada de la camiseta convencional que confirmara a la humanidad la existencia de nuestra cintura y ombligo. A lo mejor viendo el panorama actual se puede decir que hemos avanzado. ¿Al menos un poco, no?
En el año 2011-2012, gracias a Alexander Wang, la actitud cool de Isabel Marant, el delirio por emular la sofisticación sin esfuerzo de la mujer francesa y el retorno del minimalismo, las camisetas empezaron nuevamente a conquistar el territorio de la moda femenina. Esta vez la pauta para portarlas "como debía ser", era contrastándolas con elementos ultra femeninos: faldas midi en estampados florales y colores vivos, labios rojos, stilettos, y/o collares statement. La camiseta deja pues de ser una prenda de dormir o para hacer ejercicio y se convierte en protagonista de los armarios.
Fue en este momento cuando la camiseta con lemas, palabras o mensajes se volvieron ubicuas en el plano real y virtual. Eran, como los memes, un mecanismo rápido de difundir un mensaje. Las marcas, sin dudarlo, aprovecharon el furor y las utilizaron como herramienta de mercadeo y/o para ejercer activismo.
EL CASO DIOR
Cuando Maria Grazia Chiuri vistió a una de sus modelos con una camiseta con el titulo de la escritora nigeriana Chimamanda Adichie “We should all be feminists” muchos la tildaron de oportunista al tratar de sacar partido de temas sociales de gran sensibilidad para vender un producto (de precio muy elevado por cierto). Cathy Horyn expresó que el hecho de diseñar para una mujer era un acto radicalmente feminista en si mismo e instó a Maria Grazia a demostrar sus ideas feministas a través de la ropa y no con simples palabras estampadas en camisetas. Cathy Horyn, junto a muchos otros, interpretaron la camiseta de Maria Grazia como un gesto vacuo y comercial que no encontraba soporte en la colección un tanto infantil y llena de referencias que había mostrado Dior.
Pero dejando a un lado el tema de crítica de moda, es innegable que gracias a esta camiseta un numero importante de mujeres se enteró de la existencia de Chimamanda Ngozi Adichie, compraron sus libros, los leyeron y a lo mejor interiorizaron el mensaje feminista de fondo que contenía el ensayo. ¿Valió entonces la pena la camiseta? En mi opinión, sí. Con que una sola persona haya asimilado el mensaje de Adichie se justifica haber puesto a funcionar el aparato de mercadeo de Dior. Absolutamente.
Desde ese punto de vista, la camiseta de Dior fue una herramienta efectiva para iniciar conversaciones de fondo. ¿Estrategia de mercadeo? A lo mejor. Pero fue innegable su poder de transmitir rápidamente un mensaje y despertar curiosidades.
Esta compañía tiene su sede en Bogotá -"la ciudad asentada sobre una silla verde"- tal como alude el escritor Germán Arciniégas a las montañas orientales que la resguardan.
ROCIO ARIAS HOFMAN es politóloga y periodista en radio, prensa, televisión y medios digitales. Nace en Madrid y vive en Colombia desde 1994.
Consultora del Programa de Moda y Joyería de Artesanías de Colombia (2015-2022) y cofundadora de la plataforma comercial MODA VIVA. Dirige el ciclo de debates MODA 360 de la Cámara de Comercio de Bogotá (2015-2019) y la franja de conocimiento de Bogotá Fashion Week (2018, 2019 y 2022). Ha sido colaboradora de El Espectador, El Malpensante, Fucsia, Diners y Vogue Latinoamérica.
2012: Revista digital sentadaensusillaverde.com / 2016: Fundación de SILLAVERDE SAS / 2017: Estreno de LA VIDA ANIMADA en Youtube en alianza con Expor Mannequins. / 2018: Podcast TALKING CLOSET en alianza con Akorde. / Desde 2019: Asesorías para la creación de contenidos editoriales y elaboración de narrativas de moda para clientes del sector privado. / 2020-2021-2022: Publicación de la revista impresa anual La Malpensante Moda en coproducción editorial con Fundación Malpensante. / Desde 2021: Realización de la serie de entrevistas AL HILO por IGLive SillaVerde y publicación de la columna "Las pinzas de la langosta"
SillaVerde cuenta con un equipo de investigación, producción ejecutiva de proyectos, producción de editoriales de moda y diseño gráfico.
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